Parthenope

 Parthenope



Sólo después del éxito y los premios de " La gran belleza" Paolo Sorrentino se ha permitido el lujo, el atrevimiento y la osadía de escribir, dirigir y producir Parthenope (2024). Aunque últimamente "Fue la mano de Dios" que diría Sorrentino está por todas partes, Netflix. - Una morcilla arancelaria en el foco de la noticia: si es verdad que la industria de EE . UU. es poco competitiva, la industria cinematográfica "se lleva la palma" -.
Lo único que todos tenemos claro es que Parthenope es un homenaje a Nápoles, la ciudad natal de Paolo Sorrentino. Una epopeya femenina abigarrada, barroca, ampulosa y onírica. Nápoles se hizo belleza y habitó entre nosotros.
En el ropaje de todo autor que se precie está la arrogancia y el narcisismo, unas veces explícito y otras implícito en el fondo de su alma.
En la mitología griega, Parténope era una de las tres sirenas que intentaron seducir a Ulises. Al fracasar, se arrojó al mar y murió. Su cuerpo fue arrastrado por las olas hasta las costas donde más tarde se fundaría Nápoles. Nostalgia y tragedia.
Las buenas obras de arte tienen varias capas. No sabemos si con Parthenope Paolo Sorrentino trata de exorcizar los complejos y las frustraciones de la Italia del Sur. Saldar cuentas pendientes con el imaginario colectivo de " Rocco y sus hermanos" de Visconti, el envés, Saldar cuentas con la incomprensión , el sur también existe.
Nápoles: tan cerca y tan lejos de la mano de Dios. - El menosprecio del norte de Italia hacia el sur. Las grandes diferencias económicas entre Lombardía y el Piamonte y el sur de Italia no atemperadas. En España se ha producido mayor homogeneización entre el norte y el sur que en Italia-.
Parthenope podría ser también una metáfora de esa Italia que ha dado tanta historia, tanta cultura y tanta belleza y que muchos países miran por encima del hombro.
Arnold Schönberg<< El arte no es una mera repetición del mundo, sino una crítica >>.
"A hombros de gigantes". Parthenope tamizada por la sublime estética de Luchino Visconti, la bajada a los infiernos de Pier Paolo Pasolini y la realidad onírica de Federico Fellini: escapar de la realidad y adrentarse en el mundo onírico donde la ironía, las fantasías y los sueños se van entrelazando.
<< El perfil psicológico de un creador, de un artista evidentemente se alimenta de lo que son básicamente traumas psicológicos, de las heridas y de las cicatrices de su existencia psíquica. La neurosis tiene un aspecto positivo y es que le permite a uno establecer un dispositivo ,un almacén, una cueva del tesoro en la que pueda pescar a manos llenas. La neurosis es una fuente de inspiración creativa >>.
Federico Fellini.
Adrentarse entre la realidad y la historia, entre lo efímero y lo eterno, entre lo grotesco y la belleza, entre lo hipnótico y lo sugerente, entre lo exuberante y la exasperación, entre lo decadente y lo sublime, entre lo irrelevante y lo importante, entre la nostalgia y el sentimentalismo, entre la impostura y la verosimilitud, entre el existencialismo y el carpe diem.
Conmover y subyugar con las imágenes. Evocación fantasmagórica de todos los estereotipos de Nápoles.
La película es sobre todo un canto a la belleza, siguiendo la estela del exquisito, contradictorio y culto Luchino Visconti. Con fotografía impecable de Daria D' Antonio.
La belleza está en los ojos del que mira.

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