La barbarie

 La barbarie



La guerra de Vetnam
( Aproximadame medio millón de hombres adultos, mujeres y niños habían sufrido en sus cuerpos las consecuencias del napalm y de las exploxiones continuas.
Fue el filósofo Bertrand Russell el primero en hablar, a propósito de Vietnam, de "guerra de exterminio " en una carta dirigida al director del New York Times )
Movistar Documentales, en programación: La Gerra de Vietnam, Déjà vu, dirección Lynn Novick, Ken Burns (2017):
Narrador:
<< John Mc Naughton, subsecretario de Defensa, dijo que nuestros intereses eran en un 70 % para evitar la humillación, un 20% para contener a China y un 10% para ayudar a los vietnamitas >>.
La Barbarie
1995
Francisco Férnández Buey, fue catedrático de Filosofía Política en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
El poder desnudo, el horror del americano.
Y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese el recuerdo de la muerte
Francisco Quevedo
<< Se ha dicho que el Holocausto, el Gulag y las bombas sobre Hiroshima y nagasaki son las más tremendas manifestaciones de la barbarie en la primera mitad del siglo XX. Probablemente fueron manifestaciones de la barbarie funcionales a la época de la rebelión de las masas y de la incorporación de éstas a la acción política. Y precisamente en la parte del mundo que se suele considerar como civilizada. Manifestaciones funcionales, porque se trató de liquidar y exterminar al adversario o al disidente ideológico por la vía rápida, masivamente, de forma planificada, sin pasión. Es la barbarie de los civilizados euronorteamericanos disputándose la hegemonía militar, económica y política del mundo en la fase de la guerra de movimientos y del cerco recíproco.
El Holocausto, el Gulag e Hiroshima han eclipsado otros tipos de barbarie distinta que apuntaba ya en la misma época y que están tomando cuerpo ahora,precisamente después del final de la tercera guerra mundial, en los pocos años transcurridos desde la rendición en ella de la Unión Soviética.
[... ] El primer anticipo de lo que iba a venir fue Vietnam en los años sesenta. Sobre un país de reducidas dimensionesla primera potencia militar mundial, lanzó un número de bombas muy superior a todas las arrojadas por los países combatientes durante la segunda guerra mundial. La concentración de de la muerte alcanzó allí índices nunca vistos ni pensados.
En los nueves primeros meses de 1966 la aviación de EE. UU. arrojó sobre Vietnam dos mil toneladas de bombas diarias. Sólo ese año se superó el equivalente de todos los explosivos lanzados por los norteamericanos en el teatro de operaciones del pacífico a lo largo de la segunda guerra mundial. Aproximadame medio millón de hombres adultos, mujeres y niños habían sufrido en sus cuerpos las consecuencias del napalm y de las exploxiones continuas. El asesinato, el exterminio, la esclavización, la persecución y deportación de poblaciones fueron actos corrientes en aquella guerra genocida que conmovió la conciencia del mundo occidental y que treinta años después aparece casi olvidada.
Fue el filósofo Bertrand Russell el primero en hablar, a propósito de Vietnam, de "guerra de exterminio " en una carta dirigida al director del New York Times. Lo ocurrido en Vietnam tiene un solo nombre: el horror. Acertadamente está fue la palabra central de Coppola sobre el apocalipsis del presente: el horror narrado por Conrad en "El corazón de las tinieblas" pero elevado a la enésima potencia por la tecnología norteamericana de la muerte.
[... ] Los datos recogidos por Bertrand Russell Peace Foundatión sobre atrocidades y crímenes de guerra norteamericanos en Vietnam hablan, una y otra vez, del empleo despiadado de armas químicas y bombas de napalm.
La comisión del Tribunal Russell estableció el carácter sistemático y deliberado de los bombardeos a objetivos civiles a partir de cientos de testimonios.
El tribunal Russell fue contundente a este respecto: << hay que decirlo porque es la verdad, en el plano de la política internacional los norteamericanos tienen el mismo desprecio del derecho y el mismo culto a la fuerza que tenían los nazis. El arbitrio culto de la fuerza que se está imponiendo se cubre ahora con el velo hipócrita de una mística democrática sobre la misión de un pueblo.
Al narrar aquella barbaridad Francis Ford Coppola tuvo el acierto de srvirse del guión de Joseph Conrad para sugerir precisamente que las últimas palabras del hijo colonialista de todos los europeos, del hijo del colonialismo euronorteamericano, las últimas palabras de Kurtz que el relator de "El corazón de las tinieblas" no se atreve a reproducir para la mujer que le amó -<< el horror, el horror >>- son directamente aplicables a la nueva barbarie.
Conrad lo sabía, sabía esto: la barbarie occidental en el corazón de la selva no queda reducida al horror físico, a la atónica contemplación del hambre, de la inanidad y de la miseria del otro; tambien debemos mentir piadosamente que, en la metrópolis, amó a Kutz en el pasado: no fue la expresión del horror vivido y tranmitido a los otros su última palabra, diremos; el amante añorado murió con tu nombre, Occidente, en los labios.
Pero el horror de Vietnam traía una novedad respecto de la barbarie vinculada al colonialismo en el Congo o Kenia que impresionó a Conrad; la mezcla o entrecruzamiento de la vieja maldad aplicada a situaciones bélicas ( aquello que ha hecho decir siempre a la humanidad << ¡nunca más guerras! >>). La nueva barbarie que apuntaba en Vietnam es la fusión de todas las barbaries anteriores en la historia de la humanidad: el salvaje ha aprendido la lección de la civilización por su lado peor y el civilizado se hace salvaje en el uso de medios tecnológicamente avanzadísimos. En este sentido Vietnam fue, una vez más, como loson todas las guerras, un laboratorio en el que se puso a prueba la nueva relación entre maldad y progreso técnico en un mundo en el que, efectivamente, ya no había bárbaros en el sentido grecorromano del término >>.

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